Un niño jamás debería ser un adulto en miniatura. La marca de calzado infantil Garvalín necesitaba una pieza audiovisual capaz de transmitir ese mensaje: una visión de la infancia muy alejada de la imagen artificial que a menudo los medios nos hacen llegar.
Reflejar el espíritu de la marca mediante un retrato naturalista del mundo infantil. Una sucesión de situaciones cotidianas aparentemente intrascendentes para los adultos, pero que nos ayudan a definir todo lo que hace que un niño sea un niño.
Pieza ganadora en el Festival El Chupete 2016 en la categoría Cine/TV. Te contamos un poquito más en el blog.